Hoy nos hemos reunido con José Rodriguez Herrero para hablar de sus andanzas de cuando era joven. Nació y paso la mayoría de su vida en Villalpando (Zamora). Durante muchos años trabajó en su profesión de mecánico compaginándolo con el pastoreo, hasta hace unos diez años. Ahora está jubilado y vive en Mondragón (Gipuzkoa) en una casa que se encuentra cerca del psiquiátrico Santa Agueda.
-¿Me podrías describir su infancia con alguna palabra?
- Pobre
-¿Por qué?
- En aquella zona de España y siendo un pueblecito pequeño, pasábamos muchas calamidades debido a las secuelas que dejo la Guerra Civil, y aparte de realizar trabajos de reparación de carros, carretas y demás utensilios que se usaban en los aparejos de labranza, estábamos obligados, para poder subsistir, a realizar grandes periodos de tiempo cuidando ovejas y cabras en la meseta, solos con el rebaño. Fue un periodo muy duro, con hambre, mucho frió y soledad.
-Por lo que veo controla el idioma, ¿Tuvo algún estudio?
- El idioma lo aprendí en el día a día, fuimos a la escuela unos pocos años, además, en la escuela estábamos todos juntos, los de primero hasta los de octavo, chicos y chicas, todos mezclados. No existían estas posibilidades que tenéis ahora de estudiar, ni los medios de los que disfrutáis en la actualidad.
-¿Qué hacías en tu tiempo libre?
- Básicamente no teníamos tiempo libre, el tiempo lo utilizábamos para ayudar en casa o en casa de los vecinos; nos ayudábamos en nuestro día a día, en todo lo posible, eran años muy duros y juntos pudimos salir adelante casi todos
-¿Comenzaste pronto a trabajar ?
- Desde que tengo uso de razón siempre estuve ayudando en todo tipo de tareas, trabajo como lo que se entiende hoy en día, hasta los últimos años cuando viene a vivir a Euskadi, y empecé en una fabrica en mis últimos años, no tuve. Siempre anduve reparando todo tipo de maquinaria que hubiera en los alrededores
-Las relaciones familiares, ¿Bien ?
- Las relaciones familiares eran de pura subsistencia, los hermanos salieron de casa a buscarse la vida a Palencia y Valladoilid en cuanto pudieron, y el único que quedó en el pueblo fui yo, que era el que se quedó ayudando a los padres en la casona.
De vez en cuando, en navidades o en algún funeral, nos volvíamos a juntar todos, pero eran muy escasas las ocasiones.
-¿Cómo viviste la dictadura ?
- Fueron años de represión, se castigó duramente a los vencidos y como mis padres fueron del lado perdedor, fue duro, muy duro.
-¿Puedes contarme dos anécdotas que te hayan marcado por alguna razón?
- Una de ellas, la mas fuerte, cuando una segadora atrapó a mi padre por el pie y debido a ello, perdió primero el pie y luego murió por una infección. Ahí es donde decidí que en el tiempo saldría del pueblo para emigrar a otro lugar a buscar un modo de vida mas decente.
- La segunda fue con el párroco del pueblo de al lado, que iba solo caminando un atardecer entre dos pueblecitos de la zona, y nos escondimos en los matorrales haciendo una voz extraña, para que pareciera que le estaba hablando Dios, un apóstol o algo, con una voz lejana y tal...pues se dio cuenta por la voz de quienes éramos y al día siguiente en el sermón lo contó y lo dijó en plena misa.... ¡Qué vergüenza !
Pues aquí concluye la entrevista. Muchas gracias José, espero que nos encontremos en otra ocasión.
-¿Me podrías describir su infancia con alguna palabra?
- Pobre
-¿Por qué?
- En aquella zona de España y siendo un pueblecito pequeño, pasábamos muchas calamidades debido a las secuelas que dejo la Guerra Civil, y aparte de realizar trabajos de reparación de carros, carretas y demás utensilios que se usaban en los aparejos de labranza, estábamos obligados, para poder subsistir, a realizar grandes periodos de tiempo cuidando ovejas y cabras en la meseta, solos con el rebaño. Fue un periodo muy duro, con hambre, mucho frió y soledad.
-Por lo que veo controla el idioma, ¿Tuvo algún estudio?
- El idioma lo aprendí en el día a día, fuimos a la escuela unos pocos años, además, en la escuela estábamos todos juntos, los de primero hasta los de octavo, chicos y chicas, todos mezclados. No existían estas posibilidades que tenéis ahora de estudiar, ni los medios de los que disfrutáis en la actualidad.
-¿Qué hacías en tu tiempo libre?
- Básicamente no teníamos tiempo libre, el tiempo lo utilizábamos para ayudar en casa o en casa de los vecinos; nos ayudábamos en nuestro día a día, en todo lo posible, eran años muy duros y juntos pudimos salir adelante casi todos
-¿Comenzaste pronto a trabajar ?
- Desde que tengo uso de razón siempre estuve ayudando en todo tipo de tareas, trabajo como lo que se entiende hoy en día, hasta los últimos años cuando viene a vivir a Euskadi, y empecé en una fabrica en mis últimos años, no tuve. Siempre anduve reparando todo tipo de maquinaria que hubiera en los alrededores
-Las relaciones familiares, ¿Bien ?
- Las relaciones familiares eran de pura subsistencia, los hermanos salieron de casa a buscarse la vida a Palencia y Valladoilid en cuanto pudieron, y el único que quedó en el pueblo fui yo, que era el que se quedó ayudando a los padres en la casona.
De vez en cuando, en navidades o en algún funeral, nos volvíamos a juntar todos, pero eran muy escasas las ocasiones.
-¿Cómo viviste la dictadura ?
- Fueron años de represión, se castigó duramente a los vencidos y como mis padres fueron del lado perdedor, fue duro, muy duro.
-¿Puedes contarme dos anécdotas que te hayan marcado por alguna razón?
- Una de ellas, la mas fuerte, cuando una segadora atrapó a mi padre por el pie y debido a ello, perdió primero el pie y luego murió por una infección. Ahí es donde decidí que en el tiempo saldría del pueblo para emigrar a otro lugar a buscar un modo de vida mas decente.
- La segunda fue con el párroco del pueblo de al lado, que iba solo caminando un atardecer entre dos pueblecitos de la zona, y nos escondimos en los matorrales haciendo una voz extraña, para que pareciera que le estaba hablando Dios, un apóstol o algo, con una voz lejana y tal...pues se dio cuenta por la voz de quienes éramos y al día siguiente en el sermón lo contó y lo dijó en plena misa.... ¡Qué vergüenza !
Pues aquí concluye la entrevista. Muchas gracias José, espero que nos encontremos en otra ocasión.